Hermana pequeña

Dejar de ser la pequeña, después de casi 7 años siendo la menor de tres, es al principio traumático, pero tienes unos 6 meses para hacerte a la idea. Después todo parace un gran rollo, la hermanita sólo duerme y come, no te dejan tenerla en brazos, no puedes jugar con ella, ¡no puedes hacer nada de lo que habías planeado!
Lo bueno llega cuando se va acercando el primer cumpleaños, recuerdo con especial cariño cómo me alegraron sus primeros pasos, persiguiendo mi cabeza volteada hacia abajo y agitando mi melena, mientras yo caminaba delante de ella y ella avanzaba apoyándose en la pared del pasillo de casa. A partir de ahí fuimos compañeras de juegos y trastadas infinitas.
En esta foto estamos ambas con nuestro abuelo, que años atrás se enfadaba cuando nos queríamos poner su sombrero, pero que poco a poco, con los nietos más pequeños, disfrutó de ponérselo él mismo y pedir que les fotografiaran.
¿Y a qué viene esta foto hoy?
Hoy se cumplen 30 primaveras del día en que dejé de ser la pequeña de la familia.
Hermanita, feliz cumpleaños, te quiero mucho.

Fátima Rodríguez